Leopoldo Zea realiza una descripción detallada del estado de la filosofía en América en su obra América como conciencia de 1972. A continuación se desarrollará una breve descripción y análisis de las ideas más relevantes. En el capítulo II, se detiene a cuestionar en primer lugar que la filosofía heredada por Europa no se responde a la circunstancia de América. Considera que América necesita desarrollar una cultura propia, encontrar su historia más allá de la sombra y eco de Europa. También desarrolla la idea de que América puede crear su filosofía que sea circunstancial de América propia.
Por otro lado, en el capítulo III desarrolla la idea de que tanto lo europeo como lo precolombino le es ajeno al americano, pero que solo liberándose de los obstáculos que lo hagan reconocerse como americano con su propia circunstancia es lo que dará paso a una filosofía, a una cultura y a una historia propia. El criollismo es parte de la circunstancia de América, pero aceptar el criollismo aún representa aceptar la inferioridad ante Europa, pero solo al aceptar lo que ha sido donado de Europa, permitirá al americano recortar la solución propuesta por Europa a la circunstancia de América.
En el capítulo IV, Leopoldo Zea, desarrolla la idea de lo que fue América para Europa. Ya Descartes y Tomás Moro realizaban descripciones del Nuevo Comienzo y del nuevo mundo que prometía será América para Europa. Un lugar de realización utópica para subsanar todos los errores comedidos por Europa en su propio territorio.
Leopoldo Zea sostiene que la filosofía no alcanza nunca a la Verdad y, en cambio, solo responde a problemas circunstanciales, por lo cual es posible desarrollar una filosofía americana. América no únicamente busca una filosofía propia, sino que la requiere y la necesita. Llegada una “mayoría de edad” para América, debe asumir la responsabilidad de su ser, dejar de vivir bajo las soluciones recomendadas por Europa, pues estas no responden a la circunstancia de América. Aun cuando “todos los hombres para ser hombres participan de una circunstancia que les es propia: humanidad.” (Zea, 1972), la filosofía pretende ser universal, pero esta es circunstancial. Sin embargo, la filosofía americana no busca la solución para América, aspira a ser la solución para el hombre.
Leopoldo Zea expone lo ajeno que le es lo precolombino al americano, pero también lo ajeno que le es lo europeo. Sin embargo, parece que la huella mnémica del trauma sí que le es muy conocida al americano. La circunstancia del americano involucra la invasión de sus tierras, la destrucción de sus culturas y la sepultura de un posible futuro. Esto no le es ajeno al americano, entonces resulta importante rastrear en el ser americano las raíces en las que se alberga parte de su ser.
Por otro lado, es posible cuestionarse sobre la idea de América como una conciencia global. La circunstancia de Latinoamérica es distinta a América anglosajona. De tal modo que pretender que exista una filosofía americana es complejo, pues las circunstancias refieren a soluciones diferentes.
Uno de los principales aspectos que se destacan de Leopoldo Zea es la urgencia que plantea para desarrollar una filosofía americana a partir de la conciencia de asumirse como americanos, abandonando la idea de pretender ser europeos.
En general, las afirmaciones de Leopoldo Zea están bien fundamentadas en un análisis que busca comprender el estatus de la filosofía y la cultura en América basada en la idea de que Europa ha entrado en una crisis en la que ha perdido cuerpo y voz. Esto ha desestabilizado a América, pero más allá de preocuparse por la situación de Europa, América tiene que indagar en sus adentros para reconocerse como tierra independiente, con una cultura propia y saberse una tierra histórica de la que han derivado los americanos con una circunstancia única.
FUENTES CONSULTADAS
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- Zea, Leopoldo. América como conciencia. México: UNAM, 1972. http://www.ensayistas.org/filosofos/mexico/zea/bibliografia/acc/index.htm