El viernes 14 de agosto en Lisboa se confirmó lo que durante ya varios años atrás se veía venir. Tras la humillante derrota del Barcelona en contra del Bayern de Múnich, los culés no solo marcaron su final de la presente campaña, representa la culminación de una época, que solo por momentos se veía sostenida gracias a destellos de lo que parece ser la parte final de la carrera del mejor jugador de la historia.
¿Quién se debe ir?
El fútbol no se detiene e indudablemente el equipo catalán tendrá que reestructurarse de cara a los próximos torneos a disputar, los cuales están a la vuelta de la esquina. Una ‘constelación’ armada a base de ‘billetazos’, pero sin una planeación deportiva se percibe desorientada cuando se reúnen en un rectángulo de juego, principalmente en los juegos claves del torneo de clubes más importante del mundo.
La ‘sangre nueva’ tiene que venir desde arriba, José María Bartomeu es el principal responsable del fondo que hoy ha tocado el club, por lo cual, se tiene que convocar a elecciones para elegir un nuevo presidente en el menor tiempo posible.
“Quique” Setién pareciera ser el menos responsable de la debacle blaugrana, sin embargo, aunque su salida estaba más que cantada antes del partido en Lisboa, por vergüenza deportiva, durante la conferencia de prensa post-partido debió decir adiós.
Gerard Piqué fue el primero en ofrecer su lugar de cara a la posible renovación, pero la gran incógnita es qué sucederá con jugadores como: Alba, Rakitiç, Vidal, Umtiti e incluso Suárez quien tiene ofertas del fútbol de Qatar o Messi, quien tendrá la última palabra a la hora de decidir su continuidad dentro del Barça.
El futuro del Fútbol Club Barcelona por hoy es incierto, las cabezas ‘rodarán’ tarde o temprano, alguien tendrá que pagar los platos rotos. Lo seguro es que si la estructura no cambia, este equipo, con los jugadores que sean, estarán predestinados a repetir lo de Roma, Liverpool y Lisboa.
Daniel Alexis Coronado Durán.