El futbolista del Club América Renato Ibarra, fue detenido el 5 de marzo por posibles agresiones físicas y verbales en contra de su esposa Lucely Chalá, en la ciudad de México, la cual era trasladada a un hospital debido a las lesiones sufridas durante la presunta riña y por amenaza de aborto. Aunque en un principio, el ecuatoriano calificó como un ‘mal entendido’ los hechos, horas más tarde se confirmó su detención.
El 6 de marzo los de Coapa no mostraron su postura ante la situación y dijeron estar esperando a que las autoridades realicen su trabajo y decidieron no tomar acciones permanentes en contra del ecuatoriano.
El 7 de marzo, el volante de las águilas fue trasladado al Reclusorio Norte, donde fue internado por violencia intrafamiliar, en una investigación hecha por la Fiscalía General de Justicia (FGJ) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), en donde también pudieron percatarse de disfunción familiar, agresiones constantes y abandono de hijos, por parte de Renato.
Para el 8 de marzo, Ibarra tuvo su primera audiencia, en donde la jueza Esperanza Medrano, señaló que el ecuatoriano era acusado de tentativa de feminicidio y tentativa de aborto. Mientras tanto, Lucely era dada de alta por el personal médico. “Lucely, la esposa de Renato, está bien. El bebé está bien. Tal fue una situación de enojo solamente. Ya salió del hospital y no hay riesgo en el embarazo”, dijo Ángel Tapia, amigo cercano de la familia de Renato, para W Deportes.
Luego de una semana de estar preso, el 12 de marzo, el sudamericano fue puesto en libertad, luego de que Chalá negara las agresiones en su contra. Renato fue separado del plantel, sin embargo, su contrato hasta la fecha no ha sido rescindido, por lo que, en cualquier momento puede volver a integrarse a la plantilla azulcrema si así lo decidiera la institución
En México seis de cada 10 mujeres han sufrido de violencia de cualquier tipo, el caso Ibarra es solo uno más entre millones. En México existe una impunidad del 99 por ciento y no se investigan el 93 de cada 100 afirmó Miguel Ángel Gómez Jácome, coordinador de comunicación de la asociación civil.