La ciencia responde al problema del “como” al explicar los fenómenos de la naturaleza, el científico, a través de la observación directa o por medio de los aparatos más sofisticados, descubre los secretos de las cosas, de los objetos inanimados o animados, incluso el propio hombre en cuanto ser biológico es objeto de estudio, en ese sentido la ciencia no hace otra cosa que descubrir las relaciones constantes de las variantes de la naturaleza, de tal forma que cuando dicta “leyes científicas” solo describe los hechos comprobados.
La ley de elasticidad de Hooke dice que si un objeto, como por ejemplo un resorte, es alargado hasta una distancia x, la fuerza de recuperación f ejercida por el objeto es proporcional a x.
Lo anterior se expresa con la fórmula “F= -kx” donde k es una constante, la llamada constante del resorte.
Como puede apreciarse, la ley de elasticidad de Hooke describe y formula un hecho de la naturaleza, de tal forma que los límites de la ciencia se encuentran en la descripción del universo.
Por otra parte, la filosofía responde a la pregunta “por qué” esa pregunta nos dirige necesariamente al alma humana, a ese elemento que trasciende a la materia y nos hace únicos al ser conscientes de nuestra propia existencia y preguntarnos por nosotros mismos y el valor de nuestras acciones.
En los términos apuntados, no se puede hablar de un avance filosófico en los mismos términos que la ciencia, puesto que los problemas filosóficos, siempre serán nuevos para cada uno de los seres humanos, las leyes de Newton pueden ser explicadas a las niñas y niños en las primarias y ellos serán capaces de comprenderlas sin necesidad de desarrollar experimentación alguna; sin embargo, los problemas filosóficos tienen que ser vividos por cada ser humano.
El problema que se plantea frente a la interrogante de cometer o no un acto de corrupción o de gran vileza será único para cada ser humano y esa respuesta será única, intervendrán los valores de cada persona, sus deseos y lo que espera para sí de la vida.
La filosofía, a diferencia de la ciencia, no da respuestas, hace preguntas que confrontan nuestros deseos con las posibilidades reales del ser humano y lo que es considerado en una determinada época como valiosa.
La ciencia ha dado respuesta a muchos de los enigmas del universo, se ha descubierto la estructura del átomo y se han estudiado planetas lejanos, dentro de las posibilidades lógicas no resulta ingenuo que las grandes interrogantes científicas en algún momento se resuelvan; no obstante lo anterior, aún no sabemos ¿Qué es lo humano, qué constituye su esencia, qué caminos debemos seguir para enaltecer eso que nos hace distintos a todas las criaturas de la naturaleza?, esa es la cuestión fundamental de la filosofía, su materia de estudio es un ser aún indefinido.
