La prensa escrita nos permite entender el contexto de una época o periodo determinado. Dentro de este contexto podemos encontrar el político, encontrandonos con las campañas políticas, así como redes y alianzas, o, por el contrario, los conflictos entre los principales actores de los partidos políticos. Esto ocurre con la creación del Heraldo de México, el cual surge en un periodo político de elecciones y contiendas electorales.
En enero de 1919 eran cuatro los principales periódicos de la ciudad de México: El Universal de Félix F. Palavicini; Excélsior, dirigido por Rafael Alducin; El Pueblo, cuyo encargado era Gregorio A. Velázquez, pero pronto salió del panorama periodístico (desapareció el 15 de mayo), y El Demócrata, fundado por Rafael Martínez, controlado por el secretario de Gobernación Manuel Aguirre Berlanga. El gobierno carrancista tenía bajo su control a El Demócrata y a El Pueblo.
27 de Abril de 1919
El 27 de Abril de 1919 apareció el primer número del diario El Heraldo de México, por Salvador Alvarado. Fue junto con El Monitor Republicano, lugar de propaganda del Partido Liberal Constitucionalista (plc) así como espacios de discusión de diversas agrupaciones políticas de la época, y reflejaron una dinámica electoral no explicada lo suficiente entre el propio plc y el Partido Liberal Democrático (pld), impulsado por Alvarado. En estos periódicos se podía observar la complejidad y tensión del ambiente político en la coyuntura electoral.
Salvador Alvarado luchaba por formular otra candidatura o bien alcanzar él mismo la silla presidencial. Pero a lo largo del tiempo y su contienda contra otros políticos, sufrió transformaciones de sus tendencias y aspiraciones en la contienda electoral. Por ello, el fundar El Heraldo de México significo y funcionó un medio difusor en las campañas electorales y su opinión con respecto a los candidatos y las elecciones de 1920.