El lenguaje de señas es utilizado por personas que son sordas, e igualmente para aquellas que no lo son, es una forma de comunicación base.
“Las lenguas de señas de los sordos son lenguas naturales que se diferencian de las lenguas orales solamente en que utilizan el canal de comunicación viso-gestual en lugar del audio-vocal. Han estado en uso en comunidades sordas de todo el mundo desde la antigüedad, pero fue sólo a partir del Siglo XVIII cuando comenzaron a ser utilizadas por educadores de sordos” (Tovar, 2001).
Asímismo, el redactor Andrés García, menciona que “El lenguaje es un elemento fundamental dentro de la sociedad. Y al hablar de las personas con discapacidad auditiva, la lengua de señas se constituye en un pilar necesario para la interacción diaria y para el acceso a la información”. En efecto, el lenguaje de señas forma parte primordial en el día a día de estas personas, por eso es necesario el conocimiento de este y ponerlo en práctica.
Si bien, el lenguaje de señas no es muy utilizado, y como consecuencia las personas con discapacidad para oír quedan rezagadas. “Es tan limitado el conocimiento de este sistema de comunicación, que las personas con discapacidad auditiva deben sortear diversas dificultades, desde no poder realizar trámites, hasta circular en la calle sin que las personas conozcan su lengua.
La importancia de la lengua de señas también se evidencia dentro del núcleo familiar, ya que, en muchos casos, la comunicación entre los padres y familiares de personas con discapacidad auditiva se complica por el desconocimiento” (García, 2014).
Utilizar el lenguaje de señas tiene consecuencias positivas en el cerebro tanto para aquellas personas con una sordera total o parcial, como para aquellos que pueden oír sin inconvenientes.
Los expertos en Oftalmología de Universidades británicas han demostrado que aquellos oyentes que aprenden y practican el lenguaje de señas aumentan su respuesta a estímulos en el campo visual, ya que el lenguaje para sordos implica gestos y una percepción visual del campo mayor. Esto aumenta los reflejos, por ejemplo, a la hora de conducir o de practicar deportes.
“La lengua de señas permite a las personas sordas aludir a sucesos imaginarios y a conceptos abstractos, utilizarla para transmitir información, para engañar, para convencer o persuadir, para pensar. Se puede jugar con ella, crear nuevas señas con significados nuevos. Es decir que esta lengua es un sistema que permite el cambio dinámico y la flexibilidad y ella es vital para la vida del colectivo sordo como poderoso vehículo de interacción social y como herramienta creativa para representar el pensamiento, las experiencias, las ideas, los sentimientos” (HENRRY GABRIEL CHÓEZ JARAMILLO, 2019).
Gracias a los estudios que se han hecho sobre las lenguas de señas se sabe que:
- Las lenguas de señas no son una mera mímica.
- No están restringidas simplemente a gestos icónicos y concretos ni son aptas sólo para vaguedades en la expresión.
- No son una representación burda con señas de la lengua oral del entorno.
- No son los códigos señados caseros que los padres y familiares oyentes de los sordos utilizan para comunicarse con ellos en ausencia de una verdadera lengua de señas.
Tovar, en su libro La importancia en el estudio de las lenguas de señas, expresa que, “las personas sordas inician su desarrollo cognitivo a través de la socialización, utilizando una lengua natural asequible al canal viso-gestual. Desarrollo que se complejiza en la escuela con el aprendizaje de la lengua escrita.
La lengua de señas es fundamental para llevar a cabo actividades académicas como el análisis, la síntesis y la evaluación propias del entorno educativo. Inicialmente la persona sorda desarrolla su capacidad cognitiva académica en lengua de señas y luego la traspasa a la lengua escrita, su segunda lengua. La práctica hace que la persona traduzca automáticamente de una lengua a la otra y domine las dos en aproximadamente cuatro años.”
El lenguaje de señas debe impartirse necesariamente en las escuelas, además de ser inclusivo, es primordial para aquellas personas que son sordas. El aprender la lengua de señas por las personas sordas se convierte en una herramienta fundamental de comunicación y aprendizaje.
En México nacen 6,000 mil personas al año con algún grado de sordera, es por eso que, a partir del 2003, la lengua de señas mexicana fue declarada oficialmente como una “lengua nacional”.
No importa el tipo de lengua que se utilice, siempre el poder comunicarnos será de vital importancia para desarrollar nuestras potencialidades, ya que permite transmitir información e intercambiar ideas.
Bibliografía
LA IMPORTANCIA DE LAS LENGUAS DE SEÑAS EN MÉXICO Y EN EL MUNDO. (s.f.). Obtenido de https://gowin.com/blogs/blog-fundacion/la-importancia-de-las-lenguas-de-senas-en-mexico-y-en-el-mundo
La importancia del lenguaje de señas. (03 de 10 de 2017). Obtenido de ld.uy: http://ld.uy/novedades/la-importancia-del-lenguaje-de-senas/