La Casa Redonda es un edificio semicircular que se construyó a finales del siglo XIX, funcionaba como un taller mecánico para el Ferrocarril Central Mexicano. En la casa se llevaban a cabo trabajos relacionados con el mantenimiento de las locomotoras. Durante la época en que se construyó había mas talleres de este tipo a lo largo de la República Mexicana los cuales funcionaban para la reciente red ferroviaria mexicana. Su forma particular semicircular influyo para que fuera conocida entre la población como “Casa Redonda”.
Las casas redondas tenían tres elementos importantes: una gran mesa giratoria donde se ponía la locomotora, edificios y patios anexos, que eran utilizados para dar servicios necesarios que se requerían para el funcionamiento de la locomotora.
Todas las locomotoras entraban hacia las fosas que estaban en la casa mediante el semicírculo al interior de la construcción. La fosa principal de inspección necesitaba tener obligatoriamente por lo menos 30 metros de longitud para tener el espacio necesario que permitiera revisar el piso donde estaban las locomotoras. Cada una de las fosas estaba equipada de un sistema de gato hidráulico que se desplazaba sobre una vía perpendicular a las fosas para quitar por la vía lateral las ruedas de la locomotora que se iban a cambiar. Todos los tipos de trabajos de mantenimiento que se hacían dentro del lugar en las casas redondas estaban regulados y ninguno debía sobrepasar las 8 horas.
Junto a la casa estaba el patio de las locomotoras, el de almacenamiento con dirección, al norteo al sur, las vías de aseo, las fosas que se usaban para la inspección, tanques donde se almacenaba el aceite y agua para la locomotora.
El 12 de septiembre del 2000 se inauguró al público la casa transformada en un museo donde presentan exposiciones culturales.
Fuente: museocasaredonda.com