Desculturizar la cultura de Víctor Vich es una obra provocadora que invita a repensar profundamente las políticas culturales en América Latina. Con un enfoque particular en el contexto peruano, Vich explora cómo las concepciones tradicionales de la cultura han sido utilizadas, a lo largo de la historia, como herramientas para perpetuar desigualdades y consolidar el poder de las élites.
El autor plantea que la cultura, en lugar de ser un espacio de inclusión y democratización, ha sido convertida en un mecanismo que refuerza jerarquías sociales y políticas. A través de un análisis crítico, Vich sugiere que las políticas culturales actuales no han logrado transformar las estructuras de poder subyacentes, sino que, en muchos casos, las han fortalecido. La cultura se presenta entonces como un campo de disputa, donde las luchas por el significado y la representación están profundamente ligadas a las dinámicas de poder.
Uno de los aportes más destacados de la obra es su llamado a “desculturizar la cultura”. Con esta expresión, Vich aboga por desmantelar las nociones rígidas y elitistas de la cultura que han sido promovidas por las políticas oficiales. En su lugar, propone una concepción de la cultura que sea más abierta, inclusiva y capaz de reflejar la diversidad y la complejidad de las sociedades latinoamericanas. Este enfoque requiere de una revalorización de las prácticas culturales populares y un cuestionamiento de las categorías tradicionales que han definido lo que es o no es cultura.
Vich también destaca la importancia de las políticas culturales en la construcción de identidades colectivas y en la lucha por la justicia social. A través de ejemplos concretos y un análisis riguroso, el autor muestra cómo la cultura puede ser un espacio de resistencia y transformación, siempre y cuando se aborden las estructuras de poder que la atraviesan.
El autor ofrece una crítica contundente de las políticas culturales en América Latina, pero también brinda una visión esperanzadora sobre el potencial de la cultura como herramienta de cambio social. Su llamado a replantear nuestras concepciones de cultura y a promover una política cultural más inclusiva y equitativa es tanto una advertencia como una invitación para quienes trabajan en el campo de la cultura y las políticas públicas.