El concepto del lector modelo es una idea clave de Lector in fabula, ensayo de Umberto Eco. El autor utiliza este término para representar el conjunto de conocimientos, habilidades y expectativas que un lector ideal tendría para comprender una lectura. El texto es una tela tejida a partir de signos, lo que lo hace abierto e interpretable, aunque debe verse coherente en su totalidad. El autor sostiene que el texto es una máquina perezosa que exige del lector un arduo trabajo cooperativo para colmar espacios de no dicho o de ya dicho, espacios que, por así decirlo, han quedado en blanco. El lector debe llenar estos espacios en blanco e interpretar los vacíos, convirtiéndose en un participante activo en la construcción del significado del texto.
Eco también se pregunta qué sucede cuando el lector, mediante la identificación de las estructuras profundas, extrae algo que el autor no podía querer decir y que, sin embargo, el texto parece exhibir con absoluta claridad. Menciona que el texto puede transmitir elementos actualizables de los que el autor no era consciente, dando como resultado una cooperación interpretativa que puede tener un final satisfactorio. Los valores, por ejemplo, son elementos actualizables que dependen de su contexto sociocultural y tienen un significado distinto para cada lector. Por lo tanto, el texto tendrá interpretaciones variadas, aunque no necesariamente incorrectas.
Si el texto es una tela tejida con signos y vacíos, el lector modelo debe llenarlos con su conocimiento y bagaje sociocultural. Según Eco, el lector modelo es un conjunto de condiciones de felicidad, establecidas textualmente, que deben satisfacerse para que el contenido potencial de un texto quede plenamente actualizado. El lector modelo posee herramientas que le permiten comprender mejor la lectura; al entender lo que el texto espera del lector, este puede ajustar su enfoque y comprensión para satisfacer esas expectativas.
Es importante destacar que la intención de este concepto no es formar lectores modelos per se, sino proporcionar las herramientas para que los estudiantes sean lectores modelos en potencia. Esto implica que, a través del desarrollo de habilidades interpretativas y el enriquecimiento del bagaje cultural, los lectores puedan alcanzar un nivel de comprensión que permita una interacción más profunda y significativa con los textos. La idea es que los lectores potenciales adquieran las capacidades necesarias para interpretar y actualizar el contenido de un texto de manera efectiva, de modo que puedan explorar y descubrir significados diversos y enriquecedores.