Nacido en 1935 en la provincia de Chaco, en Argentina, Gustavo Roldán es recordado como uno de los autores más emblemáticos de la literatura infantil y juvenil en Hispanoamérica. Su obra, rica en historias impregnadas de la magia del folclor argentino, ha dejado una huella indeleble en varias generaciones de lectores, quienes encontraron en sus relatos un universo lleno de sapos, yacarés y otros personajes del monte chaqueño.
Desde sus inicios, el autor mostró un interés profundo por la cultura popular y las leyendas de su tierra. Estudió Letras en la Universidad Nacional del Nordeste y, a lo largo de su carrera, trabajó en diversos roles, incluyendo la docencia y la promoción cultural. Sin embargo, fue en la escritura donde dejó su mayor legado.
Roldán es autor de más de 40 libros, entre los que destacan títulos como El monte era una fiesta, El vuelo del sapo y Dragón. Sus cuentos, a menudo breves y llenos de humor, están cargados de un profundo respeto por la naturaleza y las tradiciones orales del norte argentino. Los animales y el paisaje chaqueño no son solo telón de fondo, sino protagonistas activos en sus narraciones.
Su estilo sencillo, pero poético, logra captar la atención tanto de niños como de adultos, haciendo que sus historias se mantengan vivas en la memoria colectiva. A través de sus personajes, Roldán explora temas universales como la amistad, la valentía, y la convivencia con la naturaleza, invitando a sus lectores a reflexionar sobre el mundo que los rodea.
A lo largo de su carrera, recibió múltiples premios, entre ellos el Premio Konex de Platino en 2004 y el Premio Pregonero de Honor en 2002, ambos en reconocimiento a su contribución a la literatura infantil. Su obra ha sido traducida a varios idiomas, muestra del impacto de su narrativa.
Gustavo Roldán falleció en 2012, pero su legado perdura. Su literatura no solo entretiene, sino que educa y enriquece el imaginario infantil, acercando a los lectores a un mundo lleno de valores, enseñanzas y la riqueza cultural de su Argentina natal. Hoy, a más de una década de su partida, recordar a Roldán es celebrar la herencia literaria de un autor que supo convertir lo cotidiano en una aventura inolvidable.