En el libro Textos de Estética y Teoría del Arte de Adolfo Sánchez, conocemos cuál es la perspectiva de Platón sobre el arte en el capítulo El arte como apariencia. Y cómo es que para Platón había algo que le impedía disfrutar totalmente del arte y esto era, el preguntarse cuál era la verdad de las cosas.
Pero ¿por qué la verdad de las cosas? Bueno, para Platón se le hacía muy fácil que una persona pueda ser engañada por “artistas”, ya que, técnicamente, nosotros como personas no dominamos todas las artes del mundo y es ahí dónde podemos caer en las charlatanerías.
“Quien no conoce la verdad puede ser fácilmente engañado”
Aquí entra el arte imitativo, el cual es aquel que no alcanza totalmente cada cosa, sino más bien se queda como un simple fantasma, es decir, con esto se puede llegar a engañar a las personas que no sepan sobre cierto arte, como por ejemplo una persona puede decir que es un zapatero sin tener idea de este arte, pero puede engañar fácilmente a niños haciéndoles creer que sabe hacer ciertas cosas cuando no es verdad y no tiene idea de lo que hace, pero nosotros como personas que desconocen el arte del zapatero, podemos creer que lo que nos presenta es ser realmente un zapatero y es aquí cuando nos topamos con un charlatán.
Debemos pensar siempre seriamente en cuantas veces nos han podido engañar este tipo de charlatanes, ya que, nunca podríamos estar totalmente seguros sobre sí, una persona conozca todas las artes y además sería algo prácticamente imposible.
Según lo que Platón nos platea, el artista siempre nos va a presentar una imitación sobre la verdad, que es lo que artista va percibiendo respecto a la realidad. También en el arte que se nos muestra, solo vemos un punto de vista de cada realidad, nunca veremos la realidad completa.
A fin de cuentas, lo que Platón nos quiere decir en este texto, es que el arte siempre será imitativo y solamente veremos una cara de la realidad, pero ya una vez realizada la obra se podrá separar el objeto real de la obra de arte, y así esta última cobraría su propia personalidad.