En la ciudad de Chihuahua se podrá apreciar esta obra frente a la Central Camionera, en el lugar donde por primera vez en la historia el Vicario de Cristo en la Tierra visitó suelo chihuahuense el 10 de mayo de 1990 para entregarnos personalmente un mensaje de comprensión.
Se trata del Papa Juan Pablo II, la forma espiral que rodea a la escultura permite un acercamiento con la gente y al mismo tiempo la imagen del Papa transmite una credibilidad latente que perdura en la mente del espectador: sus brazos abiertos y su sonrisa inspiran una sensación de encuentro, dijo, que manifiestan un clima de calidez humana, como si aquellos instantes de la visita del Papa se mantuvieran aún aquí, por ello el monumento aparenta la edad que Juan Pablo II tenía cuando sucedió aquel encuentro histórico con la ciudad de Chihuahua.
Tiene a sus espaldas el Gran Estadio de béisbol Chihuahua, siendo estos terrenos parte de las 42 hectáreas que el 10 de mayo de 1990 albergaron al casi un millón de católicos, en su mayoría chihuahuenses, que fueron testigos del la visita de Su Santidad.
“Me voy, pero no me voy; me voy, pero no me ausento; pues aunque me voy, de corazón me quedo”, dijo S.S. Juan Pablo II.
El Papa, fue un gran ejemplo no solo para los chihuahuenses si no también para el mundo entero, hasta el día de hoy se le sigue recordando con mucho amor y es irreparable e irreemplazable su perdida.
Juan Pablo II fue canonizado el 27 de abril de 2014 junto al Papa Juan XXIII en la ciudad del Vaticano por el actual Papa Francisco.