Lo hizo tras aportar a la selección Argentina el talento, los pases y los goles necesarios para coronarse en Qatar 2022.
Tras la victoria de los argentinos en la tanda de penaltis ante Francia 3(4) – 3(2) llegó el momento de entregar los trofeos en una ceremonia dirigida por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani.
Después de la entrega de unos reconocimientos, llegó el momento que todos los argentinos esperaban, la entrega de la copa del mundo al capitán. Fue entonces cuando el emir de Qatar le puso a Messi una túnica semitransparente de colores negro y dorado. Fue con esta prenda que el astro argentino levantó la copa junto a sus compañeros, protagonizando la imagen que quedará grabada en la historia del fútbol.
La túnica se llama “bisht” y tiene un significado muy importante para los cataríes, esta es una prenda para una ocasión oficial y se usa para las celebraciones, explicó Hassan Al Thawadi, secretario del comité organizador del Mundial de Qatar.
Agregó que Messi estaba en modo de celebración, además, ponerle el bisht fue una oportunidad de mostrar al mundo la cultura árabe y musulmana. Confeccionada por lo general con pelo de camello y lana de cabra, esta túnica se usa desde hace más de 2,000 años.
La prenda muestra estatus en la realeza y la alta jerarquía religiosa no solo de Qatar sino de otros países árabes, y también se lleva en eventos ceremoniales como festivales tradicionales y bodas. Sin embargo, en Qatar sólo una persona puede llevarla siempre, el emir Al Thani, que es la autoridad suprema del país.
De esta manera, vestir a Messi con el bisht fue, según algunos analistas, una forma de reconocerle como el máximo exponente en la jerarquía del fútbol. Se desconoce si fue un acto espontáneo o pactado con la FIFA.