La navidad, tal como la concebimos en nuestros días, es resultado del encuentro de dos religiones, donde se fueron fusionando los elementos más importantes: tradiciones y símbolos indígenas pertenecientes a la cosmogonía de los pueblos de Mesoamérica; que en contraste con las expresiones que trajo consigo el nuevo orden que los conquistadores españoles impusieron a su llegada al nuevo mundo.
De esta manera se fueron adaptando tradiciones indígenas, con su propia esencia mitológica en contraste con el cristianismo, hasta llegar a ejercer el culto por lo divino de la manera como hoy lo conocemos.
Vivimos un tiempo tan esperanzador ante el progreso mundial, donde la guerra sigue generando estragos alrededor del mundo; siendo la paz y el amor el anhelo más deseado de la humanidad.
Tendríamos que preguntarnos a quién se le pudo ocurrir la idea de atentar contra Santa Claus, portador de la eterna felicidad decembrina y su sonrisa de refresco de cola.
De acuerdo a lo expuesto por la revista México desconocido, la primera aparición de este insigne personaje en México, aconteció en la década de 1920 en el centro del país, en lo que hoy es la imprescindible Ciudad de México.
La entonces sociedad mexicana que comenzaba a tener sus aspiraciones más allá de su propio entorno; y una vez que la Revolución Mexicana estaba por olvidar sus estragos. Existían serias intenciones de acceder a la modernidad y la apertura de posibilidades de crecimiento. A partir de 1920 asumió el poder una clase media distinta social, política e ideológicamente (Pablo Escalante, p. 254.) que permitió la asimilación cultural de nuestro personaje navideño; que si bien nació en Turquía allá por el año 208 d. C. con el nombre de San Nicolás, hoy ya es estadounidense y personaje universal.
El primer registro que se tiene de su aparición fue en la década de 1920, en varias jugueterías de la Ciudad de México (México desconocido). En este punto hay que recordar que los estadounidenses habían pasado por […] la crisis de otoño de 1929 en la bolsa de valores de Nueva York (la cual) arrastró a buena parte del mundo a una depresión económica que tardó en ser superada. (Pablo Escalante, p. 263)
La imposición de nuestro personaje se dio en el marco de un México nacionalista en el gobierno de Pascual Ortiz Rubio; un militar de carrera e ingeniero de profesión. Quien tomó una considerable postura ante el dinamismo trasnacional, ideológico y comercial, mientras se gestaba un nuevo orden económico y político en ambos países.
La llegada de Santa Claus a la vida de nuestras tradiciones y culto por la navidad generó un cambio considerable con respecto al ímpetu comercial de estas festividades. Involucrando diversos elementos culturales y rituales que se han venido fusionando hasta llegar a nuestros tradicionales festejos decembrinos que conservan un orden religioso con personajes tan arraigados como los Reyes Magos y el niño dios nacido en un pesebre la noche de navidad. Pero quien da continuidad a nuestras fiestas hasta comenzar un nuevo año.
Esta encarnación espiritual sustenta nuestro credo por los personajes de estas fiestas con un orden espiritual en pos de la paz y el amor. Pregonando cada ciclo navideño con sus respectivos matices regionales, posiciones económicas e intelectuales.
De acuerdo con México desconocido, el Presidente Ortiz Rubio propuso implantar en México como figura esencial de las tradiciones decembrinas a nuestro dios prehispánico Quetzalcóatl, con la intención de rescatar la grandeza del México posrevolucionario.
Para ello, se tomaron medidas urgentes para tratar de conseguir que tuviera su aparición como una figura esencialmente benefactora de la infancia.
Quetzalcóatl al no ser un ser real. Tenemos que entenderlo como una figura mitológica; un dios en su afán por alcanzar la sabiduría plena como creador de todas las cosas […] puesto que él dio la vida a los hombres que hoy habitan el mundo […] fue quien encontró la solución […] y sacó la planta que fue la base de la comida prehispánica (el maíz). (Libura, p. 26)
En el pretendido atentado contra Santa Claus, también estaba contemplado sacar a los Reyes Magos de la jugada navideña en ese año.
Para ello, de acuerdo con México desconocido, se mandó construir una réplica de una pirámide en la colonia Roma de la Ciudad de México. Desde ahí una persona disfrazada de Quetzalcóatl repartió juguetes a los niños que se habían convocado. Mientras tanto, la esposa del presidente acudió acompañada de un contingente y los Reyes Magos.
Hasta el día de hoy no se ha vuelto a saber de otro intento por sustituir o eliminar a Santa Claus de las festividades navideñas mexicanas.
Hoy nuestras vidas yacen invadidas de esperanza ante la tan esperada época navideña para brindar amor y compartir y recibir los tan deseados regalos que por supuesto serán solo para quienes tienen la posibilidad para ello.
REFERENCIAS
Crisis de 1929
https://e1. portalacademico.cch.unam.mx
¿Cómo llegó Santa Claus a la cultura mexicana? – México Desconocido
Cuando el gobierno cambió a Santa Claus por Quetzalcoatl en Navidad
https://www.mexicodesconocido.com.mx/como
ce Ácatl Quetzalcóatl: dios, personaje y concepto
https: //youtu.be/aPTM5RztZz8?si=Lt-Pv8Hs
- 500 años de historia. Pablo Escalante
https://youyu.be/-INVyRkRUC8?si=5V4SPiRmK5ZQGOn5
Libura, Krystyna Magdalena, Los días y los dioses del Códice Borgia, Ediciones Tecolote, México, 2004, 55 pp.
Pablo Escalante Gonzalbo y otros, Nueva Historia Mínima de México, El Colegio de México, 2008, 315 pp.