Hace más de 60 años, el 25 de enero de 1961, se creó el “Colegio de Biólogos de México” por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN); antes de eso, en los años treinta, se comenzó a impartir formalmente la biología en la sección de Ciencias de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Conservar, proteger y aprovechar los recursos naturales son parte de las tareas que aprende a desarrollar el estudiante de esta carrera, así como los problemas que arrastra el cambio climático, la desaparición de especies, el origen de estas, etc., su labor es importante para toda la humanidad y el planeta; tienen el difícil trabajo de comprender las situaciones particulares de los lugares (circunstancias socioeconómicas, políticas y su cosmovisión) para ello deben ser personas sensibles y de gran capacidad analítica.
“Biólogas y biólogos estudian los seres vivos de manera integral, desde el nivel molecular hasta como integrantes de los ecosistemas, con el fin de conocer su estructura, función, diversidad, origen, evolución e interrelaciones, y su marco conceptual se basa en la teoría de la evolución y los conocimientos fundamentales del origen, la evolución y las funciones de los organismos vivos.” (Gobierno de México, p.3).
Esta profesión tiene un área de investigación muy amplia, ramas sin explorar, y descubrimientos cada día del lugar dónde habita toda la humanidad. Al igual que todas tiene sus desventajas y altibajos pero los que se dedican a esto de corazón saben sobrellevar los obstáculos y ejercer con dignidad y respeto.
México ha tenido figuras destacadas en este campo: Helia Bravo Hollis, la primera egresada tuvo a la biología y las cactáceas como motivo de su vida centenaria, porque: “Gracias a ella vivimos, gracias a ella conocemos la naturaleza de la que somos parte”, según testimonio de Gaceta UNAM.
Arturo Gómez Pompa, una de las primeras voces en denunciar la destrucción de la selva tropical y también en ofrecer soluciones. Gonzalo Haffter, egresado del IPN y fundador del Instituto de Ecología (INECOL), promovió la creación de las Reservas de la Biosfera en México (Mapimí y Michilía en Durango y Montes Azules en Chiapas).
Han surgido también varios ambientalistas cuyo amor a la biología los llevó a proteger la naturaleza por encima de su propia vida.
Por ese y otros motivos el personal de “El Humanista Digital” se permite felicitar a todos las biólogas y biólogos así como a aquellos que están estudiando esta carrera. ¡Enhorabuena y felicidades!