El desarrollo de los medios de comunicación masivos en nuestra historia y sociedad contemporáneas ha sido muy interesante, ha permitido grandes beneficios para la sociedad, pero de la misma forma grandes perjuicios, lo cual depende en ambos casos de una diversidad de factores tanto en los emisores de la información por la tendencia que esta lleve, el contenido al ser desinformación y por supuesto también recae la culpa en los receptores por no verificar que el contenido de la información sea verificable.
Es importante el análisis de lo antes mencionado por la relevancia que tienen los medios de comunicación en el moldeo de la sociedad desde todos los aspectos: económico, político, religioso o cultural, su análisis nos permite estudiar los beneficios y perjuicios de los mass media en la sociedad para poder comprenderlos mejor desde sus comienzos, su desarrollo actual y el futuro mediato de los mismos.
Los medios de comunicación masivos siempre mantuvieron una influencia importantísima en el moldeo social desde su concepción, quizá podrían haber sido considerados como el puente hacia la etapa moderna de los mismos, ya que desde entonces fueron concebidos o proyectados con fines positivos, sin embargo, lograron lo contrario, porque en vez de unir a la sociedad la secularizaron, creando una enorme disparidad de sectores hacia los cuales ejercían su influencia, esta sectorización logró crear más perjuicios que beneficios y ayudo a la desigualdad existente no solamente puntualizándola sino promoviéndola tal como menciona Vattimo en “La sociedad Transparente”:
“Lo que algunos filósofos, como el norteamericano Theodor Adorno, pensaban que iba a suceder con esta expansión masiva de los medios, finalmente se dio a la inversa. No solo que la sociedad no se estereotipó ni homologó debido a los medios, sino que estos mismos dotaron al mundo de una pluralidad absoluta, con diversas visiones del mundo, surgidas de la libertad de expresión.” (Vattimo 1)
No todo fue una libertad de expresión clara y “libre”, debido a que los mismos medios coartaron el libre pensamiento y terminaron publicando lo que pensaron era benéfico para ellos o para algunos sectores favorecidos, pero no necesariamente para la sociedad en general. En vez de acreditar la identidad de la sociedad, lo que lograron en algunos casos fue desacreditarla, arrebatándole su autenticidad a favor de los grupos de poder (blancos). ¿Cuándo la narrativa histórica de las clases bajas o de las minorías ha importado?
Los medios de comunicación sustituyeron al imperialismo y colonialismo en su moldeo social como en el caso de México, fue hasta una época relativamente reciente que las minorías tomaron el poder en los medios de comunicación para hacerse notar, lo cual sí denota un avance en el curso hacía la posmodernidad. Los medios de comunicación en teoría deberían globalizar la información para que todos estuviesen mejor educados o al menos mejor informados, sin embargo, lo anterior se aleja mucho de la realidad actual. La realidad para cada individuo puede concebirse y dispersarse de muchas maneras, es muy importante conectar ese tramo entre la historia y la modernidad para darle un mayor sentido y así tratar de ser objetivos en la conformación de dicha realidad. Los medios de comunicación hacen viable que se pierda esa realidad, que se pueda convertir en varias realidades individuales o estas formen parte de un panorama mayor, convirtiéndose en una especie de catalizador libertador de expresiones de todo tipo para los individuos de la sociedad que permite una concientización de las demás identidades sin ser necesariamente imaginario.
Gianni Vattimo menciona lo siguiente “bastaría que los mass media, que son las formas de autoconciencia de la sociedad se transmite ahora a todos sus miembros, no se dejasen condicionar por las ideologías, los intereses particulares, etc., y se convirtiesen, de algún modo, en órganos de las ciencias difundieran una imagen científica de la sociedad” (Vattimo 3), por supuesto, que lo anterior sería ideal, que funcionaran como un órgano regulador o como un bastión de ética probada que regulara todos los contenidos, pero la realidad una vez más es abismalmente distinta, los intereses de muchas índoles son lo que dictan actualmente los lineamientos de los contenidos masivos para persuadir o influir un sinfín de parámetros en los individuos de la sociedad, creando una narrativa que termina siendo una fábula, una irrealidad, un cuento que deja a la transparencia de lado, en el olvido.
En la actualidad existe un monopolio de los medios de comunicación en tres de las principales agencias de los países de primer mundo, por ende, los países en desarrollo y subdesarrollados dependen de los primeros para la obtención de la información exterior. De esta manera, la información está determinada por las decisiones de las grandes agencias que se basan a su vez en los intereses económicos (principalmente), políticos, sociales y culturales de los países de primer mundo, dejando al último el beneficio social que es libre de intereses.
“De esta forma, el desempeño de los medios de comunicación social está determinado por los intereses del propietario de la compañía, de la Industria Cultural, para quien el medio no es más que parte del aparato productivo, y es partiendo de este criterio de la propiedad, que la Teoría Crítica analiza cuál es el papel de los medios en el desarrollo de la sociedad.” (Herrera 1)
Son distintos los medios por medio de los cuales la industria se vale para influenciar a la sociedad a través de las agencias, actualmente la tecnología juega un papel sumamente importante en la diversificación del impacto social, siendo una especie de invasión territorial global en la cual se expande más la que tiene mayor poder económico.
El término de industria cultural fue acuñado por la escuela de Frankfurt, se refiere en general a los medios de comunicación que involucra en sí el sentido comercial, ya que es una mercancía de intercambio independientemente del tipo o del contenido, en esa percepción fue que se logró una mejor visión de lo que representa y el impacto social de la misma. Al convertirse en algo masivo la industria cultural tuvo un mayor alcance para la sociedad, sobre todo en una sociedad consumista como en la que está sustentada el capitalismo, en la que la demanda podía ser satisfecha a un menor costo y, por supuesto, con un contenido de menor calidad, especialmente cuando hay una gran competencia por parte de las agencias para lograr una preferencia en la sociedad, lo anterior impacto de tal forma a la sociedad que al final resulto ser moldeada para ser manipulable y consumista.
Los grandes consorcios crearon filiales en países de menor desarrollo llenando el vacío tecnológico existente en aras de un beneficio económico, retrasando en ocasiones la evolución cultural de dichas sociedades a través de contenidos pobres, es decir, contenido pobre para una sociedad empobrecida, una sociedad sin educación está expuesta a la manipulación mediática por seguir patrones culturales y tomarlos o mezclarlos con los propios sin un beneficio plausible. “Estos gustos o preferencias no son solamente impuestos en el ámbito del entretenimiento con la música, las películas, documentales y demás producciones. También son impuestos sutilmente en el ámbito de la política, cuando contribuyen —a través de la transmisión de constantes propagandas— al apoyo de ciertas causas y actores.” (Herrera 3)
Sin importar el ámbito que sea, los monopolios masivos de la comunicación favorecen algunos sectores de la población y desfavorecen a otros dependiendo de sus intereses no solo económicos sino principalmente políticos, ya que el factor político – económico es una simbiosis altamente fructífera para un sector mínimo (gobierno) que es quien tiene el poder de manipular a las masas.
Podemos darnos cuenta de cómo los medios de comunicación masiva han sido una parte importantísima de la historia de la sociedad, puesto que la forma de evolucionar antes y después de la llegada de estos cambió radicalmente. La masificación de los medios permitió pluralidad, libertad, libre albedrío, universalidad, tolerancia, conocimiento, globalización, desarrollo, progreso y avance científico, por otra parte, también se generaron perjuicios en la sociedad, tales como la desinformación, holgazanería, glotonería, mezquindad, secrecía, poder sobre la información, moldeo de pensamiento, de acción, violencia o delincuencia, por mencionar algunos.
Se logró conformar una sociedad más desinteresada, más volátil, más indolente, si quizá más informada, pero también más adoctrinada, ya que no tenemos como sociedad en general la cultura o educación necesarias para filtrar a los medios de comunicación que nos dirigen en la actualidad. No tenemos aún los elementos suficientes para determinar el grado de influencia que han tenido los medios de comunicación masivos en la sociedad, la historia tendrá que hacer su mejor papel en un futuro para juzgarlo.
Los medios de comunicación social masivos en la sociedad capitalista actual hacen gala del cuarto poder como se les llama, pero quizá debiésemos llamarles el primer poder, es claro que el capitalismo determina el contenido de los medios siempre a su favor, el dueño de la información es quien tiene el poder y el que tiene el poder determina las reglas. Las pautas de consumo las establecen los grandes monopolios, al igual que las reglas y los límites de los contenidos, con un beneficio social mínimo a través de la generación de contenido con distintas formas, por ende, el contenido alternativo, es decir, el contenido libre tiene un camino muy difícil en la competencia con los grandes sectores, situación que las redes han solventado un poco al existir una mayor “libertad” de elección y menos limitaciones. Los medios de comunicación masivos debiesen portar el estandarte educativo de calidad de la sociedad, es decir, contribuir a la educación de la sociedad en pro de su beneficio, sin embargo, pareciera que la misión de los medios es aumentar el consumo estéril de la sociedad a todos niveles y esquemas.
Los mass media o medios de comunicación masivos han determinado el paso fundamental hacia la modernidad en las comunicaciones, la forma de comunicar se ha convertido en una fuente de poder inconmensurable que determina como las sociedades se moldean a favor de tal o cual propuesta que beneficie a los grandes monopolios principalmente de forma económica, pero también de otros factores que al final redundan en lo mismo, promover y alimentar a una sociedad capitalista donde no importa que el consumo o la calidad sean de un interés social real, los mass media ha abandonado por completo el compromiso educativo social para así lograr beneficios reales derivados de las comunicaciones, y si bien ha habido algunos beneficios estos son inherentes a las mismas, pero no a los productores del contenido y menos a los contenidos, solo el rigor del tiempo nos hará saber el balance real del impacto a largo plazo, quizá únicamente es una etapa más para lo que sigue.
Referencias.
- Vattimo G. La sociedad Transparente. Ediciones Paidós. Barcelona, España, 1989.
- Herrera M. Los medios de comunicación social en la sociedad capitalista actual. Mayo, 2004.