Leopoldo Zea en su ensayo América como conciencia expone algunas reflexiones sobre el desarrollo de una filosofía regional en América, mencionemos algunas; la problemática de tener o de encontrar una cultura realmente americana y ¿cómo es que dicha cultura estaría conformada?, es decir, el desarrollo de una filosofía propia y de nueva creación en América. Zea consideraba que la filosofía no era una disciplina estática, sino todo lo contrario, ya que la filosofía es dinámica y evolutiva, tendría que ser vista de forma universal y no de forma personal o sectorial como comúnmente se realiza, solo así podría llegarse a la verdad absoluta, por otro lado, la filosofía es humanitaria debido a que busca la verdad para todos sin importar la circunstancia individual de cada uno, esto le permitió a la filosofía ser un medio de humanización en América.
La filosofía fue vista como un medio de liberación para América respecto de la cultura europea, debido a que el americano nunca logró adaptarse del todo a dicha cultura, ya que la tierra como método de arraigo nunca terminó de esclarecer su identidad. América fue producto del hambre del poder europeo, lo que trajo como consecuencia una enorme desigualdad debido al choque de ambas culturas. Además de que América fue vista por el europeo como un constructo de ficción, así el nuevo continente se consideró a sí mismo una utopía social progresista.
El argumento principal plantea que la conformación de una filosofía de novo, a partir de la colonización del nuevo mundo por parte de Europa, jamás hubiese rendido frutos, debido a que no teníamos la capacidad para elaborar razonamientos filosóficos que le dieran sustento a la nueva filosofía, aun cuando después Zea menciona que la filosofía como tal es universal porque pretende responder a las preguntas del hombre universal y no de una cultura en específico, como en el caso de América.
Cuando el autor cita a Ortega y Gasset menciona que América no se había ganado un sitio en la cultura universal porque siempre había estado dependiendo de la europea, lo cual en lo personal no me parece acertado, ya que nosotros sí teníamos una cultura propia que nos fue arrebatada, posteriormente vendría el intercambio cultural para tomar de ambas culturas lo que mejor les conviniese en ese entonces, resultando así una mezcla riquísima de culturas, la cultura no se pierde o se gana, sino que se transforma o se crea de nuevo a partir de ciertas bases.
El autor menciona que existía en América una urgencia por adquirir una cultura más nacional, pero ¿cuál sería en caso dado dicha urgencia?, así como tampoco existía una urgencia por desaparecer la cultura europea, la cual jamás podría haberse deslindado de la nuestra, incluso hoy en día la influencia de los distintos colonizadores continúa siendo muy vigente en la cultura americana, esto refiriéndonos a todo el continente y si bien hubo una disolución parcial, siempre ha existido una mezcla entre ambas culturas.
En el caso del desarrollo de la filosofía de América me parece inapropiado decir que nuestro continente no la necesitaba y que por ello no la creaba, quizá no, si se le comparaba al estándar europeo, pero los pueblos de Mesoamérica ya habían comenzado a desarrollar su filosofía al hablar de astros o dioses, ¿no fue la forma en que los filósofos griegos comenzaron a crear su filosofía? Siempre habrá un antecedente que sustente al presente; no hay un parámetro universal para ello.
La filosofía si bien nos permite responder a interrogantes universales, no le hubiese ayudado a América a desarrollar su independencia de Europa, no tendría sentido haberla utilizado para ello porque no era su función, y aunque así hubiese sido, no podría haberlo hecho debido a que ese puente de unión entre las dos culturas jamás podría haberse roto. Zea expone el ejemplo de la cultura europea y la oriental, y cómo es que esta última no adoptó la cultura de la primera, sino que solamente tomo lo que fue necesario, pero oriente no fue dominado por Europa al grado que nosotros lo fuimos por parte de los europeos, me parece que la explicación radica ahí, en nuestro caso la cultura europea nos absorbió de forma muy importante.
El planteamiento del autor respecto de que actualmente no quedan vestigios de la cultura precolombina me parece erróneo, en el caso de México, en particular en el sur del país, la cultura maya prevalece de forma fundamental, no se trata de apoyarse en tal o cual cultura, sino de adaptarse a lo que tenemos como presente, y no como el autor menciona respecto de que nuestra cultura es una mera repetición o continuación de la europea, ya que nos quita toda base, toda historia, es como decir que no existíamos antes de ellos, lo cual es absolutamente falso, si bien es cierto que pertenecemos a una mezcla con predominios en ciertas áreas, tenemos una cultura propia, la negación en todo caso viene de allá, de Europa al creerse omnipotente y la creadora de todo.
Me parece que la desigualdad emerge del hombre, somos de los primates más avanzados, pero al fin primates. Está en nuestros genes la jerarquización, por ende, la desigualdad. La igualdad es una utopía filosófica que no podrá ser alcanzada hasta que evolucionemos como especie en miles de años, no es una cuestión de tener distintas culturas, eso nos hace únicamente distintos. El contexto personal de cada hombre le otorga distintos juicios, razonamientos, conductas y un largo etcétera; ahí radica la desigualdad o la diversidad. Todo dependerá de nuestra formación y contexto educativo, ya sea este formal o informal.
Cuando el europeo llego a América basado en ese nuevo orden social y teniendo en mente una utopía formadora de una sociedad que abandonaría el lastre de lo negativo de la sociedad Europea, pero maximizando sus grandezas, estaba equivocado, ya que la cultura estaba conformada por los propios hombres y son ellos quienes dieron pie a la cultura Europea, entonces ¿cómo esperar una cultura distinta, si el origen era el mismo?, todo su entorno político – social – económico estaría formulado bajo las mismas bases, una prueba de ello en la actualidad son los sistemas que usamos, además en América existían algunas sociedades que ya estaban avanzadas en ciertos temas sociales y con gobiernos bien establecidos. La utopía en sí es inalcanzable, porque una vez llegado al anhelo esperado, el hombre siempre va a querer más, la utopía se perpetúa a sí misma, quizá desde el punto de vista religioso la utopía sí se alcanzó en mayor proporción mediante la conversión al catolicismo en masa, que fue lo que la iglesia quería y termino realizando.
Tampoco estoy de acuerdo en cómo se aborda el tema de la nueva moral, ya que una vez que el hombre logra estadificar sus valores, difícilmente los cambiara, ya sean estos negativos o positivos en la escala social, por ende, en el nuevo mundo no era esperado que la moral cambiara para bien, sino todo lo contrario, al sentirse libres y con menos supervisión se cometieron actos de barbarie que no tenían que ver con el establecimiento de una nueva filosofía cuyo propósito era el del bienestar común.
Por otra parte, me parece acertado decir que antes no existía la necesidad de una cultura propia, ya que vivíamos a la sombra de la herencia europea y esto era comprensible, no fue, sino hasta siglos después de que desarrollamos una identidad por separado, que se inició la creación de la cultura americana. El desarrollo de la filosofía como parte de una nueva cultura es indispensable en la evolución de esta, puesto que le provee de las herramientas necesarias para su autocomprensión y no solo para que se realice como un ejercicio reflexivo de unos cuantos que en general nadie comprenderá.
Siendo la filosofía una creación del hombre, tiene por fuerza que ser una imitación de este, es decir, que la filosofía es evolutiva, no podríamos quedarnos estancados en la creación filosófica de hace dos mil años, la cual es completamente distinta a la filosofía que se genera hoy en día, el contexto y las circunstancias son enteramente distintas, incluso aun cuando se tratase de una misma pregunta, la respuesta variaría enormemente respecto de las preguntas universales, únicamente por ser formulada en una época distinta.
La verdad no es absoluta ni es universal, cada persona tiene una verdad que para sí misma es real y no tiene que ser compartida con el colectivo, por ende, no podría existir una verdad absoluta, ya que tendría que ser igual para todos, por lo tanto, la filosofía perdería su sentido humanitario, por el hecho de que debería de respetar las circunstancias individuales, es el hombre quien se universaliza o lo hace a través de la filosofía, pero no es esta la que universaliza al hombre, el hombre es quien puede limitarse o no y es el hombre quien debe realizarse a sí mismo.
La filosofía no se basa en un individuo o un continente, se basa en la búsqueda de preguntas trascendentales para todos, por lo tanto, no se puede hablar de una filosofía americana, es una filosofía en todo caso universal, no hay que desconceptualizar la idea anterior, nuestro contexto nos permite buscar y dar respuestas a las preguntas planteadas, no solo como un individuo que pertenece a cierta nación, sino como hombre que pertenece a la humanidad, es decir, sin el uso de gentilicios.
Cuando Zea habla del criollismo me parece muy acertado, ya que, así como hay personas que detestan su pasado colonizador, también hay quienes buscan hasta lo imposible por ligarse a un apellido que evidencie su ascendencia española, lo cual finalmente es un tipo de inadaptación cultural, o más bien una falta de aceptación de esta. El sentimiento de inferioridad proviene de la colonización de nuestra tierra y de la aspiración a ser culturalmente europeo cuando evidentemente no lo éramos, en cierta forma nos sentimos inferiores por sentimiento propio, pero también porque así nos lo hicieron ver y creer, crecimos creyendo que lo importante era ser semejantes a ellos sin aceptar nuestra realidad, que tampoco era mala, pero no era la que anhelábamos debido a que fuimos orillados a infravalorarnos. Pasaría mucho tiempo para que América evolucionara y comprendiera su propia cultura en el valioso contexto histórico en que está situada, aún hoy en día continuamos teniendo muchos lastres al respecto, por ello es nuestro deber resolver de forma responsable ese puente y afrontarlo para poder dejar atrás esa inferioridad que nos siempre nos ha atrasado.
Es cierta la afirmación de que América no fue un descubrimiento al azar, sino que fue producto de la necesidad de Europa de abarcar más y de aumentar su poder, y no como en el caso de los vikingos, cuyo propósito, si era el de descubrir nuevas tierras, era otro el deseo de ellos. El europeo vio en América una oportunidad de recrearse, de formular un nuevo mundo para ellos, a pesar de que los habitantes del continente tenían ya siglos de culturas bien establecidas. Era una tierra riquísima y no les fue difícil doblegarlos, incluso no hubo mucha necesidad de ello.
Ese pensamiento europeo de querer deslindarse de su pasado es comprensible en cierta forma, ya que ellos pensaban que todo estaba hecho ya en sus lugares de origen y lo que querían era empezar de cero, crear de cero, sin embargo, no tomaron en cuenta que el tiempo era lineal y que este siempre avanzaría, pues siglos después volverían a pensar que ya todo lo habían hecho, pero no habría cuestión más errónea, ya que el contexto histórico se repite uniformemente, es decir, es evolutivo, pero este a veces es repetitivo y lineal.
Me parece que el hombre europeo creo una ficción en el nuevo continente, porque de cierta manera también poseía un sentimiento de inferioridad que se basaba en su paso cultural a lo largo de los siglos, el europeo se sentía estancado respecto de su paso de la edad media a la edad moderna, sentía que no había progresado o que no tenía un futuro seguro. América le expandiría ese horizonte en donde sus fantasías se crearían y fabricarían para envanecerse de la realidad lúgubre en la que muchos vivían, lo cual dependía, por supuesto, del estrato social al que pertenecía en su lugar de origen, recordemos que la desigualdad existe desde que el hombre es hombre y siempre existirá.
Tampoco le fue fácil al europeo dejar la religión a un lado, porque dejarla atrás, jamás sucedería, para meter el razonamiento y la ciencia en el curso evolutivo de la cultura del hombre la lucha de poderes ha sido larguísima y cruenta, todo lo anterior le dio la oportunidad al hombre no solo de imaginar, sino de crear lo imaginado, en la nueva cultura se empezó de cero en muchas cuestiones, pero no en todas, esta nueva libertad le permitió al hombre europeo evadirse de Europa, al menos temporalmente.
Referencia.
Zea L. (1972). América como conciencia. UNAM, México, D.F.